En la ciudad islámica medieval existió un pequeño barrio judío, situado en las inmediaciones de la Alcazaba, delimitado por las calles San Agustín, Granada, Alcazabilla y Císter.
La conquista castellana de 1487 y la expulsión de los judíos de España en 1492 supuso el final de la larga presencia en Málaga de la comunidad israelita, que tradicionalmente se había dedicado al comercio y a la banca.
En el centro de la judería se abre una pequeña plaza en la que se sitúan un olivo centenario y una fuente formada por un bloque de mármol negro ligeramente troncocónico, cuya base menor se apoya en el suelo. Su base mayor está perforada por diez surtidores que crean una lámina de agua que resbala por la superficie de la piedra hasta caer al suelo donde es recogida por un desagüe. Esta fuente constituye una alusión a la obra más conocida del filósofo judío de Málaga Salomón Ben Gabirol, titulada «La fuente de la vida».
En la plaza se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes Ben Gabirol, ubicado en un torreón mudéjar del siglo XVII, que se utiliza como oficina de información turística y como centro de interpretación de la Judería de Málaga y de la figura del filósofo y poeta judeo-andalusí Salomón Ben Gabirol o Avicebrón.
Junto a este edificio está previsto construir un museo sefardí y una sinagoga.
El filósofo y poeta judío Salomón Ibn Gabirol es uno de los más célebres eruditos hispanojudíos andalusíes de la Edad Media. Los escolásticos lo llamaban «Avicebrón».
Está considerado como el más importante filósofo neoplatónico de la tradición filosófica medieval árabe y como el más grande poeta medieval hebreo.
Nació en Málaga hacia 1021 y falleció en Valencia hacia el año 1058. Su familia, procedente de Córdoba, se trasladó a Málaga en el año 1013 y posteriormente a Zaragoza, huyendo de las revueltas ocurridas al final del Califato de Córdoba.
Por sus ideas, fue expulsado de la comunidad hebrea de Zaragoza en 1045 y tuvo que exiliarse a Valencia.
Escribió tanto en árabe como en hebreo. Es autor de numerosos panegíricos y elegías, también cultivó la sátira, el autoelogio y la poesía homoerótica.
Escribió en lengua árabe «La fuente de la vida» un tratado de tema filosófico, traducido al latín como «Fons Vitae» que adopta la forma de un diálogo entre un maestro y su discípulo. Esta obra ha sido una importante referencia para los franciscanos y para la filosofía cristiana en general.