La Iglesia de los Santos Mártires es una de las cuatro iglesias levantadas por los Reyes Católicos dentro del perímetro amurallado de la ciudad tras la conquista de Málaga en 1487.
Está situada en el Centro Histórico de Málaga, en la plaza del mismo nombre.
Se erigió en honor a los mártires Ciriaco y Paula, patronos de Málaga.
La iglesia ha sufrido diversas reformas que han modificado su original estilo gótico-mudéjar, presentando sobre todo elementos del rococó del siglo XVIII. Se conserva una torre mudéjar en el exterior.
Es de planta basilical con tres naves. La nave central se cubre con bóveda de cañón rebajada con fajones y las laterales con bóvedas de arista. El crucero se cubre con una cúpula semiesférica con linterna que apoya sobre un tambor o cimborrio con ventanas ovales, pechinas y columnas corintias.
En las pechinas se representan los cuatro evangelistas y en la cúpula los Padres de la Iglesia.
El Retablo neobarroco está coronado por el escudo real de Carlos III y alberga en el camarín las imágenes de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, obras del siglo XVII del escultor Jerónimo Gómez de Hermosilla.
En el transepto se encuentran cuatro relieves narrativos del martirio de Ciriaco y Paula, realizados en estuco blanco y dorado.
El templo es sede canónica de varias Cofradías y Hermandades de Semana Santa, entre otras la Archicofradía de la Pasión, la Cofradía de la Columna (Gitanos) y la Archicofradía del Huerto.
Ciriaco y Paula fueron dos jóvenes santos y mártires cristianos hispanorromanos que en el año 303, durante la décima persecución del emperador Diocleciano, fueron sometidos a numerosos tormentos para que renunciaran a su fe y adorasen a las divinidades paganas romanas. Como no lo consiguieron fueron condenados a muerte y lapidados, atados a sendos árboles, en el margen del río Guadalmedina, en el lugar conocido como Paseo de Martiricos (junto al actual Estadio de La Rosaleda).
Cuando murieron, el 18 de junio de 303, una fuerte lluvia impidió que sus cuerpos fuesen quemados. Los cristianos malagueños los recogieron y los sepultaron.
Los Reyes Católicos consagraron a San Ciriaco y Santa Paula una de las cuatro parroquias fundacionales tras la toma de Málaga en 1487, los designaron patronos de la ciudad de Málaga en 1490 y los incluyeron en el escudo de Málaga en 1494.