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Estatua del Padre Tiburcio Arnaiz

Estatua del Padre Tiburcio Arnaiz

La estatua de bronce del beato Tiburcio Arnaiz Muñoz, «el Apóstol de Málaga», se ubica en la calle Armengual de la Mota, frente al Corte Inglés, muy cerca del cruce entre la calle Hilera y la calle Armengual de la Mota.

Es obra de dos artistas malagueños, el escultor José Antonio Rodríguez Muñoz y el arquitecto Fernando Soler Romero.

Representa al padre Arnaiz de pie, a tamaño natural, vestido con el hábito jesuita, una sotana talar negra, con faja y una capa y un crucifijo sobre su pecho.

Su figura tiene el pie izquierdo adelantado, caminando hacia los más necesitados, mostrando sus manos abiertas, con las palmas hacia arriba, en actitud de entrega, lo que hace que la capa se le escurra del hombro derecho y arrastre el extremo inferior del mismo lado por el suelo.

El pedestal sobre el que se alza la estatua es de una sola piedra caliza, tosca y sin labrar en su base y pulida en su parte superior, a medida que asciende hacia la estatua del Padre Arnaiz.

En la parte no pulida se han grabado unas líneas horizontales que simbolizan la lucha diaria de los pobres buscando como alcanzar lo necesario para seguir viviendo, y unas líneas verticales que simbolizan el esfuerzo de superación de la noble gente sin recursos. La zona alta del pedestal, al estar pulimentada y fina simboliza la cultura y la instrucción religiosa que les proporcionó el Padre Arnaiz.

En la cara frontal del pedestal se encuentra el monograma JHS del nombre de Jesucristo (cristograma) con tres clavos y rodeado por una corona de espinas, emblema de la Compañía de Jesús.

Hay una placa con la siguiente inscripción: «Se inauguró este monumento el 13 de mayo de 2005, erigido en lo que antiguamente era el Perchel, barrio donde el Padre Arnaiz se desvivió en su entrega a los más necesitados, para que su gran acción social sirva de ejemplo y estímulo a todo el que por aquí pasare.»

La estatua se erigió por suscripción popular, en reconocimiento a sus méritos humanos y apostólicos, y fue inaugurada en marzo de 2005.


Estatua del Padre Tiburcio Arnaiz
Estatua del Padre Tiburcio Arnaiz

Biografía Tiburcio Arnaiz

El padre Arnaiz nació en Valladolid en agosto de 1865 y falleció el 18 de julio de 1926 en Málaga, donde se encuentra su sepultura en la Iglesia del Sagrado Corazón.
Es miembro de la Compañía de Jesús.​

En Málaga desarrolló una intensa actividad pastoral en los «corralones» estableciendo pequeñas escuelas para ayudar a los vecinos más pobres de la ciudad, además creó una casa de acogida para mujeres, puso en marcha talleres para la gente más humilde, impulsó la asistencia espiritual en las cárceles y la construcción y apertura de una librería católica.

Esta labor la extendió por los pueblos de la provincia y fundó, junto a María Isabel González del Valle, las Misioneras de las Doctrinas Rurales, con objeto de ayudar a los pobres de las zonas rurales.

Fue beatificado el 20 de octubre de 2018 en la Catedral de Málaga.
Su festividad se celebra el 18 de julio.
A su tumba acuden cada año miles de personas para venerarlo y pedir su intercesión, de manera especial los días 18 de cada mes, en memoria de la fecha de su muerte.



Los corralones

El jesuita Tiburcio Arnáiz, conocido como el Apóstol de Málaga, desarrolló una intensa actividad pastoral en Málaga durante el siglo XIX en los denominados «corralones» de los barrios de La Trinidad y El Perchel, donde vivían familias humildes y sin instrucción.

El «corralón» era una vivienda generalmente de dos plantas, en la que habitaban varias familias. En torno a un patio central, a cielo abierto, se disponían las habitaciones. El acceso se realizaba mediante galerías abiertas, habitualmente de madera. Lo habitual era que hubiese un solo cuarto de baño y una cocina por cada planta que eran compartidos por todas las familias del corralón.

En los corralones la vida se hacía en común. Dado el reducido tamaño de las viviendas las zonas comunes del inmueble, y especialmente el patio, eran el lugar en el que los niños jugaban y correteaban y los vecinos se reunían y pasaban las horas charlando.

El Padre Arnaiz, alquilaba una de las habitaciones del «corralón» para usarla como una pequeña escuela a la que llamaba «miga», y allí enseñaba a los pobres a leer, escribir y hacer cuentas.

Esta labor también la desarrolló por aldeas y pueblos de la comarca, siendo el precursor de la llamada «doctrina rural».


El milagro de la beatificación

El caso de Manuel Antonio Lucena García, malagueño de 41 años, fue considerado como un posible milagro para obtener su beatificación. En junio de 1994 sufrió un infarto de miocardio, que al dejarlo sin oxígeno durante diez minutos le ocasionó una muerte cerebral.
La hermana del enfermo involucró a toda la familia para pedirle a Dios su curación, por intercesión del Padre Tiburcio. Poco tiempo después, ante el asombro de los médicos del Hospital «Carlos Haya» donde había estado ingresado, Manuel salió de la Unidad de Cuidados Intensivos completamente curado.
Exámenes posteriores mostraron que a pesar de que su cerebro había sufrido importantes daños, no presentaba síntomas ni secuelas. El daño cerebral era visible pero no tenía síntomas; algo inexplicable para la medicina.


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