El monumento al Comandante Benítez y a los héroes de Igueriben es un conjunto escultórico en bronce con pedestal de mármol, inaugurado en febrero de 1926 por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia con la presencia del presidente del gobierno Miguel Primo de Rivera, en homenaje al comandante Julio Benítez Benítez, héroe de Igueriben, así como al resto de oficiales, suboficiales y soldados fallecidos en 1921 en la defensa de la posición del fuerte de Igueriben, en la zona de Annual (Marruecos), durante la Guerra del Rif.
El comandante Benítez fue condecorado a título póstumo con la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, conocida popularmente como Laureada de San Fernando, la más preciada condecoración militar del Reino de España.
Es obra del escultor asturiano Julio González Pola y se encuentra en una glorieta del Parque de Málaga.
El monumento tiene un basamento de piedra y mármol en cuyo frontal se sitúa un soldado yacente. Está decorado con un relieve de la Laureada concedida a Benítez, lápidas con los nombres de los oficiales que murieron en Igueriben y una inscripción con el texto de los últimos telegramas que envió el comandante antes de la caída de la posición: «Los de Igueriben no se rinden» y «Aun quedan doce cargas de cañón que empezaremos a disparar para rechazar el asalto; contadlas y al duodécimo fuego sobre nosotros pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición».
La estatua de bronce del Comandante Julio Benítez Benítez situada en la cumbre del pedestal, representa al Comandante de uniforme, de pie, con un sable en sus manos y una pieza de artillería a sus pies.
El Comandante Benítez, natural de El Burgo (Málaga), murió heroicamente en combate en Igueriben (Marruecos) al mando de su unidad, durante las jornadas conocidas como el «Desastre de Annual» en 1921, recibiendo la Cruz Laureada de San Fernando y un ascenso a Teniente Coronel a título póstumo.